Por: Marcos Torres.
La retórica de la política norteamericana, en especial de la administración Trump sobre la supuesta presencia de tropas cubanas en Venezuela, se erige como principal elemento de ataque a las revoluciones cubana y venezolana, fruto de lo más genuino del pensamiento nacional de ambos países. En la demagógica campaña propagandística y antirevolucionaria suelen confundirse lazos de hermandad con “injerencia”; programas sociales con “operaciones de inteligencia”; gobiernos democráticamente electos con “usurpadores del poder” y pueblos a favor de una Revolución social con “pueblo en contra de un gobierno asesino”. Sigue leyendo